El Marisco Gallego
El marisco ya no sólo se toma en Navidad. Cada vez es más habitual comer marisco a lo largo del año.
El marisco gallego, sin duda, es una referencia de nuestra gastronomía y una riqueza de nuestras costas.
¿Sabías que hasta los años 60, buena parte del marisco gallego se usaba como abono en las huertas? La gente echaba mejillones y hasta percebes para enriquecer los terrenos con el calcio del marisco. Así de increíble. Había tanto marisco y tan poca salida desde tierras gallegas al resto de España y mundo, que el autoconsumo no era suficiente para todo el volumen.
Sería difícil hacer un ranking de cual es el mejor marisco gallego ya que sobre gustos, no hay nada escrito, pero si te contaremos cuales son los principales mariscos gallegos:
Almeja gallega, bogavante azul, centolla de la ría, cigala, nécora, percebe y langosta roja.
Ahora en BeFish podrás comprar marisco, por ejemplo, el cotizado bogavante azul o bogavante gallego. Su carne es firme y brillante, sabrosa y fácil de comer.
¿No sabes cómo cocinarlo? Aquí te dejamos una forma fácil y sencilla de cocerlo.
Sólo necesitarás una olla grande, agua y sal gorda. Cocerlo es muy sencillo, pero antes de hacerlo necesitas saber si está vivo o muerto.
Si el bogavante azul o bogavante gallego está vivo: introduces la pieza en agua fría con hielo y lo pones a cocer con sal.
Si por el contrario el bogavante está muerto, lo echas en la olla cuando el agua esté hirviendo con sal. El agua dejará de hervir cuando introduzcas la pieza, y debes esperar a que vuelva a hervir para contar el tiempo de cocción.
La cantidad de sal gorda recomendada es de 50/60gr por cada litro de agua.
En ambos casos el bogavante debe estar totalmente cubierto con agua.
Los tiempos son los siguientes:
- De 500 a 700gr la pieza: 15 minutos de cocción (desde que el agua empieza a hervir con la pieza dentro)
- De 700gr a 1kg la pieza: 18 minutos de cocción
- De 1kg a 1,5kg la pieza: 22 minutos de cocción
Una vez cocido, es importante que lo dejes enfriar fuera del agua, para posteriormente sacar la cola cocida y “chupar” o aprovechar la cabeza y patas para un rico fondo de pescado o hacer un arroz delicioso.