¿Se puede congelar todo el pescado?
Si alguna vez has comprado pescado y has visto que no te quedaba espacio en la nevera para guardarlo o que no ibas a comértelo enseguida, seguro que has optado por congelarlo. Pero, ¿sabes si congelar pescado es siempre la mejor opción? ¿O existe alguna especie que no se debería congelar? A continuación respondemos a esta pregunta, así que ¡sigue leyendo!
¿Se pueden congelar todos los tipos de pescado?
La respuesta es sí, todos los pescados se pueden congelar, aunque es verdad que no todos soportan la congelación igual de bien:
- Los pescados planos como el lenguado, el gallo o el rodaballo aguantan muy bien en el congelador, por lo que pueden permanecer guardados dentro durante periodos de tiempo muy largos.
- En cambio los pescados que no son planos son más delicados, por lo que no deberían estar en el congelador más de un mes.
Por otra parte, si deseas congelar pescados en salazón, salados o curados, lo mejor es que los desales primero y los hidrates con un poco de agua. Y es que la sal tarda mucho en congelarse y puede estropear la calidad de las piezas.
En cuanto a los pescados en semiconserva, como por ejemplo las anchoas, también puedes congelarlos si ves que se acerca su fecha de caducidad y aún no los has comido. Así evitarás que se hagan malos y podrás disfrutar de ellos más adelante.
¿Se puede volver a congelar pescado una vez descongelado?
Otra cuestión es si quieres volver a congelar un pescado que ya ha estado congelado antes:
- Si has descongelado una pieza de pescado crudo y lo has cocinado, sí lo podrás volver a congelar. Para que no pierda ninguna de sus propiedades, consúmelo en un periodo breve de tiempo.
- En cambio, si has descongelado una pieza de pescado ya sea cruda o cocinada, ya no debes volver a congelarla. ¿Por qué? Porque el agua que habrá soltado al descongelarse se transformará en cristales de hielo que destruirán sus propiedades y le hará perder textura y sabor.
Ahora que ya sabes que todos los pescados se pueden congelar, ¡recuerda! Guarda el pescado fresco dentro del congelador si no lo vas a comer en el día para que se conserve. Y si has comprado pescado ya congelado, guárdalo en una bolsa térmica para que no se rompa la cadena de frío en el trayecto que va desde el mercado o supermercado a tu casa. ¡Así disfrutarás de pescado sano y delicioso siempre que te apetezca!